
La figura del estilista ha ido evolucionando en los últimos años. Una profesión muy conocida que apuesta por la creatividad, la pasión y el talento. Embellecer a las personas para sacarles el máximo partido y conseguir que se sientan bien consigo mismas.
Un trabajo que requiere mucha dedicación y esfuerzo, pero que realmente recompensa. Un peluquero profesional, aparte de saber cortar y dar color al cabello, debe estar al tanto de las técnicas y tratamientos más innovadores del mercado y de los looks más creativos, así como conocer todas las aplicaciones de los numerosos utensilios que existen alrededor de esta profesión.
Tijeras
Las tijeras son para un peluquero la prolongación de sus manos. La herramienta más importante con diferencia. Existe una gran multitud a escoger, pero al igual que Harry Potter fue elegido por su varita, todo peluquero tiene que optar por las que más seguridad y confianza le aportan. Los materiales van desde cobalto, a carbono, vanadio o titanio. Por otro lado, también existen distintos modelos de tijeras diseñadas para conseguir una o varias funciones en concreto:
- Tijeras de corte microdentado: ofrecen una precisión de corte impecable, sus hojas están acabadas de manera similar al de una sierra y, por lo tanto, el cabello no se desliza por la hoja.
- Tijeras de esculpir: permiten vaciar pelo y quitar o dar volumen. El vaciado de volumen dependerá de la medida del diente, del número de dientes de la hoja y de la separación entre éstos.
- Tijeras de entresacar: utilizadas también para vaciar pelo y quitar o dar volumen. La ventaja que tienen éstas es que no dañan el pelo que no se corta.
- Tijeras para desfilar: con acabado parecido al de una hoja de una navaja. Son válidas para desfilar, pues se deslizan fácilmente por el cabello.
Peines y cepillos
Los peines y cepillos son utensilios muy útiles para conseguir el efecto deseado en el cabello de nuestro cliente.
En los primeros, lo más importante es que no sean de plástico, así evitarás la electricidad estática que producen. Y, dependiendo para lo que lo quieras, de púas finas y de púas anchas.
En los cepillos tienes mucha más variedad y deberás conocer el cabello y el objetivo de tu clienta para escoger el mejor. Algunos de ellos son:
- Los cepillos redondos te ayudarán a moldear el cabello con el secador y dejarlo liso. Los encontrarás de distintas medidas que se adaptarán a todo tipo de cortes.
- Los cepillos térmicos gracias al calor del secador, aportan más brillo y se utiliza sobre todo para cabellos medianos y largos.
- Los cepillos con cerdas de nylon son los más comunes y se utilizan para deshacer enredos y nudos.
- Los cepillos con forma ovalada estimulan el cuero cabelludo y ayudan a cepillar melenas rebeldes.
- Los cepillos con púas finas y redondeadas ayudan a dar volumen desde la raíz.
Si no sabes cómo utilizar alguno de estos cepillos, con uno de nuestros cursos intensivos de peluquería van a mejorar tu nivel profesional y actualizar conocimientos. La formación intensiva centrada en temáticas concretas que te permitirá profundizar en la que más te interese.
Pinzas
Las pinzas no pueden faltar en la cartuchera de un buen estilista de cabello. Escoge aquellas que agarren la mayor cantidad de cabello posible y con máxima fijación. Utiliza pinzas de calidad que también te permitan realizar particiones cuando estés elaborando peinados.
Secador y plancha del cabello
El secador y la plancha son herramientas claves para crear el peinado que tu clienta desee a la perfección. Con los secadores puedes conseguir un efecto u otro, dependiendo la técnica que utilices puedes alisar o dar volumen. Aunque el utensilio con el que más podemos usar nuestra creatividad es la plancha. Te ayudará a crear cualquier estilo, liso, ondulado o rizado, en todo tipo de cabello. Si aún no sabes cómo hacerlo, infórmate del curso intensivo en técnicas de brushing.
Fijadores y lacas
Dos utensilios totalmente distintos pero que tienen una misma función: la fijación. Los fijadores los utilizarás para trabajar hasta conseguir el peinado deseado, mientras que la laca será tu mayor aliada para cuando ya lo hayas acabado y quieras inmovilizarlo.
Aplicarás más o menos dependiendo de la fijación y el efecto que quieras lograr. Y… ¡recuerda! No te pases con la cantidad que utilices, puedes dejar el cabello acartonado.